El caso contrario al naufragio de la 2ª Temporada de "Jane the Virgin" es lo que sucede con la 2ª de "Mozart in the Jungle".
La serie producida e ideada por los jóvenes de la familia Coppola crece y
se hace mejor.
Si la primera temporada me pareció estupenda, la segunda me
ha hecho disfrutar mucho más.
Los 20 minutos de duración de cada episodio son
perfectos para dejarte con las ganas de seguir viendo más y más.
Los personajes, casi todos ellos, incluso las nuevas
incorporaciones son interesantes.
El Maestro Rodrigo sigue siendo un rebelde genial (Mozart)
lleno de inseguridades, perdido en esta jungla, y a pesar de sus debilidades, poco a poco va ganándose
el respeto de todos.
Los miembros de la orquesta están a punto de ir a la huelga,
tienen sus motivos (salariales y el siempre buscado seguro médico) y van a usar
todo tipo de armas para conseguir sus objetivos. Pero los grandes accionistas
no están dispuestos a ceder y también saben utilizar su dinero para algo más
que las donaciones.
Las luchas de egos entre “maestros”, los viejos, los
actuales y los que vienen empujando prometen cada vez más. Hay una escena dónde
todos se enfrentan en la realización de un videojuego que es una perfecta
metáfora cómica de estas rivalidades.
Y dentro de la propia orquesta también hay lo suyo, aunque
es mejor no desvelarlo.
¡Y la música! El Danzón nº 2 de Arturo Márquez, la 5ª
sinfonía de Beethoven, la nº 8 de Shubert… se escuchan, se reconocen e incluso se
pueden disfrutar un poco más que en los simples acordes que solían ponernos en
la primera temporada.
Sigue estando claro que en esta serie el objetivo principal
no está en la música clásica, esta es una batalla de egos, de lucha para conseguir
el éxito profesional en una sinfónica y en la vida… pero a algunos nos gusta la
música clásica y nos gustaría que hubiese un poco más. Paciencia.
Para los muy entendidos hay algunos cameos de directores y
de grandes solistas que siempre dejan con una sonrisa de admiración, y rompen
bastante con su aura de monstruos de la música para verlos como humanos
normalitos.
Gael García Bernal y el director Gustavo Dudamel |
Otra cosa que respira la serie y es muy difícil de explicar
es la sensación de calidad y cuidado, desde los simples y coloridos títulos de
crédito que se mueven al ritmo de la música hasta los detallados escenarios y
paisajes (incluso en México).
Me gusta esta serie, no lo puedo evitar ni ocultar, espero
con ganas la tercera temporada, porque como ya os podéis imaginar, en esta batalla musical está todo por decidir.
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