sábado, 21 de junio de 2014

549.- Fargo. Un pacto con el diablo


"Fargo" la serie de la cadena estadounidense FX ha llegado a su fin.
Un final redondo, genial y sorpresivo, más que nada porque es... el final. Y es que ya estamos un poco hartos de temporadas que acaban con más dudas e hilos argumentales que al principio únicamente para asegurarse una segunda o siguiente temporada.
Y así ocurre lo ocurrido con "Dexter", "Lost", "The Killing", "The walking Dead ???"...
La serie coincide en título con la película de los hermanos Coen de 1996 y eso ha hecho que muchos digan que está basada en aquella o que es una adaptación de la misma, sobre todo si tenemos en cuenta que los hermanos Coen son también productores de la serie.
En realidad es una historia diferente que ocurre 10 años después y que se empeñan en decirnos que está basada en hechos reales, cuando es algo que no nos importa ni lo más mínimo ya que es tan potente y está tan bien construida que... I don´t give a damm.



Entre los puntos en común con la película está el hecho de que la protagonista sea una mujer, policía y embarazada (en la serie está embarazada en los últimos episodios). Y sobre todo la omnipresencia de los paisajes blancos, puros, limpios...  y sus gentes,  que es algo que más adelante desarrollaré y que en mi opinión es fundamental.
El detalle que une realmente ambas historias (serie y película) es una subtrama. El origen de la fortuna de Stavros.
Recordemos que la película trataba de como un idiota contrataba a dos matones para que secuestraran a su mujer y pedir un rescate al suegro que es un ricachón. El idiota pide un millón de dólares al suegro y piensa  pagar unos 80.000 a los secuaces con lo cual todo el resto es beneficio. Pero todo se tuerce y al final uno de los matones (Steve Buscemi) es el encargado de recoger el maletín. Cuando lo abre y ve el millón, queda tan sorprendido que coge los 80.000 y esconde el resto bajo la nieve, al lado de la carretera, marcado con una paleta roja,  para no tener que compartirlos. Pero le asesinan. Y el dinero queda perdido para siempre...



Y aquí es dónde en la serie entra el personaje de Stavros (Oliver Platt) un tipo obsesionado con la religión, la suerte y el destino. Que cuando más desesperado está, encuentra la paleta roja y el dinero y al que nuestro asesino en la serie, Lorne Malvo, va a volver loco literalmente con las plagas bíblicas.

La cadena debía estar muy segura de que tenía un gran guión entre manos ya que sólo películas de presupuesto por encima de la media pueden permitirse tener en su elenco de actores a:  Martin Freeman, Billy Bob Thornton, Colin Hanks, Keith Carradine o Bob Odenkirk (el abogado Saul de "Breaking Bad").


La acción transcurre en Minnesota, entre parajes siempre nevados, extensiones inmensas de bosque, llanuras blancas, deshabitadas. Nos sumergimos en la América tranquila, esas pequeñas ciudades dónde todos se conocen y llevan vidas lentas, familiares, aburridas... Por eso tanto la peli como la serie no escatiman en escenas familiares, dónde se ve a los personajes comiendo delante del televisor, se habla poco,  gastan su tiempo viendo la tele mientras fuera del calor del hogar se palpa el frío.
Los habitantes de estos lugares son personas que viven apaciblemente, que evitan los problemas, que conocen y confían en sus vecinos. Y el máximo representante de esta forma de ser será precisamente el jefe de policia (Paul Obenkirk) que frena continuamente las investigaciones de la agente Solverson porque conoce a Lester Nygaard desde el instituto, sabe que es un tipo blando, un paria incapaz de matar a una mosca, y no quiere molestarle con investigaciones sobre la muerte de su esposa. Eso sería un problema policial, y además de mal gusto. Sin embargo,  a pesar de su tozudez y prepotencia,  en el último episodio nos daremos cuenta de que es una buena persona que reconoce no ser un buen policía ya que nunca quiso enfrentar una realidad clarísima, de manual. El asesino suele ser el marido.


Estos lugares son tan tranquilos y con pocos problemas que la imagen de los policías roza en varias ocasiones la parodia, como cuando en el último episodio están buscando al asesino y se ve que el departamento de Policía de Bemidji está compuesto por un grupo caótico (ella embarazada de 7 meses y ellos gordos, mayores y con cara de auténtico acojone). Y recordemos a quién se enfrentan, alguien a quién anteriormente hemos visto matar a sangre fría y que incluso se ha enfrentado a un clan mafioso acabando con todos.

También es hilarante el momento en que nuestra protagonista embarazada, la agente Solverson, a pesar de todas las recomendaciones decide salir a buscar al asesino y la agente que está en la recepción de la comisaría le dice:
"¿Crees que es seguro?... Para mí ¿quedarme aquí sola?"
Y ella, tocándose la barriga le contesta condescendiente "Si, cierra la puerta con llave"
Lorne Malvo. El pacto con el diablo
Y es a una localidad tan cerrada, tranquila y típica como Bemidji dónde por casualidad llegará el diablo. Lorne Malvo (Billy Bob Thornton). Su personaje me recuerda a Detritus el inolvidable protagonista de Asterix en "La cizaña". Un ser que a base de comentarios maliciosos sacará lo peor de cada persona para que acaben todos peleando.
Lorne es el diablo, de hecho su apariencia es mefistofélica y representa uno de los temas principales de la serie: El pacto con el diablo. El pacto que siempre sale mal.
Lorne Malvo tiene la apariencia de un buen tipo,  es carismático y a pesar de su presencia física casi enclenque cuando se enfrenta a sus enemigos se transforma en un hombre seguro de si mismo que no se acobarda ante nadie, es un vengador capaz de acojonar incluso a los policías. En este punto es de destacar el carisma y la genial interpretación de Billy Bob Thornton.


 Ayuda a Lester Nygaard (pronunciado naiga) a resolver sus problemas. Recordemos que Lester (Martin Freeman) parece un buen hombre pero todo el mundo se burla de él, incluso su mujer, famosa por sus andanzas en el instituto. Y gracias a su pacto con el diablo/Malvo 
  -"Lester, ¿es esto lo que tú quieres?"
conseguirá librarse de sus maltratadores y transformarse en un hombre de éxito, incluso con una gozosa venganza sexual...

Pero a costa de convertirse en un asesino, de destruir la vida de su propio hermano y perder su alma.

Una vez realizado el trato asistiremos a la decadencia y transformación de nuestro buen hombre, Lester,  y a la par se nos desvelará  la verdadera cara del diablo/Malvo, que dejará de parecernos simpático y se transformará a nuestros ojos en lo que siempre ha sido un diabólico hijo de puta capaz de cualquier cosa para llevar a cabo sus maldades.
Una muestra de ello es el detalle de contar a unos críos, por simple diversión, que en su actual hogar se cometieron unos sangrientos  asesinatos y probablemente haya presencias fantasmales.

Todo esto fluye dentro de la trama de la serie de manera pacífica, relajada, rodeados del blanco inmaculado de la nieve en Bemidji.
Y por si no tenemos suficiente todo se irá complicando con la trama del chantaje al rico Stavros con las referencias a las plagas bíblicas, y la de los asesinos enviados por la mafia, como ángeles vengadores que quieren encontrar a Malvo, y la historia del perdigón que infecta la mano de Lester transformándole definitivamente, y el accidentado enamoramiento a sangre y fuego de los protagonistas buenos, y sobre todo la investigación de la agente Solverson que se topa irremediablemente contra el muro de la administración y la ineptitud de sus superiores.


Y así volvemos al tema de la casualidad  que juega un papel muy importante en la serie. 
Porque, hay que reconocerlo, cada vez estamos más acostumbrados a ver casos de asesinato dónde todo se resuelve en base a la lógica analítica, o de pruebas irrefutables científicamente contrastadas, o gracias al trabajo de concienzudos policías que anteponen la vida y las relaciones personales a todo lo que no sea la resolución de la investigación.
Pero la vida real no es así.
¿Dónde está la casualidad?, el libre albedrío, ese detalle que se pasa por alto, ese par de segundos que hacen que te vayas de la escena antes de que te pillen, o ese agente que no pone el suficiente empeño en la investigación por no buscarse problemas. ¿Cuántos asesinos vagan libres debido a que tuvieron la suerte de cara?
Este es un tema muy presente en "Fargo".
Lester Nygaard tiene potra, es listo, de acuerdo, pero tiene la suerte de cara. Posiblemente apoyado por su pacto diabólico, pero siempre se libra.
Al igual que el diabólico Malvo.
Y finalmente en el enfrentamiento entre los dos descubriremos quién es el más listo... o más suertudo.


Es interesante también que en contraposición a la maldad (o instinto de supervivencia) de esta pareja de desalmados la serie les enfrente a otras tres parejas. Y de nuevo con ciertas analogías pseudoreligiosas.

En primer lugar envían dos ángeles vengadores que intentarán por los mismos y despreciables medios violentos encontrarles y matarles. El hecho de que uno de ellos sea mudo me temo que tiene un significado simbólico que no logro deducir. O sencillamente es una herramienta de guión para darles una personalidad más acusada. Intentarán llegar a Malvo apretando las clavijas del pobre y enfermo Lester, pero de nuevo el elemento suerte y casualidad jugará a  favor del maligno para conseguir acabar con ellos. Además servirán de herramienta para el endurecimiento y aprendizaje de Lester, para su transformación en hombre de éxito sin escrúpulos.


La segunda pareja representa la ley. Son los dos agentes del FBI, que para redimirse de su error, creen en las teorías de la agente Solverson y acorralan a los malvados. Pero no son lo suficiente listos ni violentos, así es que su fin será bastante predecible. Es paradójico que sus errores para no capturar a Lorne Malvo sean en el primer caso NO salir del coche dónde están de vigilancia y en el segundo y fatal precisamente todo lo contrario. Acaban con ellos por precipitarse en su salida del coche dónde vigilan.


Y finalmente la pareja que representa al bien, a la bondad, consiguen acabar con el mal por casualidad y por un sentimiento de protección y supervivencia ante quién ha demostrado no tener piedad.
Una vez más la suerte, recordemos que Gus Grimly descubre la guarida de Lorne Malvo porque un lobo (símbolo de las tinieblas, de la maldad, la violencia y la muerte) se cruza en su camino obligándole a frenar su coche y descubrir el BMW rojo de Malvo. Gus tiene una deuda con su propia hombría ya que Lorne Malvo le humilló cuando era policía, pero sobre todo tiene que vencer su miedo por instinto de protección hacia su propia familia.
Y aunque el sentimiento inicial es que quién acaba con Malvo es quién menos merece hacerlo, la verdad es que debemos pensar en ellos como un conjunto. Molly Solverson (Allison Tolman) es el cerebro y su marido Gus Grimly (Colin Hanks) el brazo ejecutor.

Y al final todo vuelvo a la aburrida y televisiva normalidad familiar,


En resumen, "Fargo" me ha parecido sin ninguna duda una de las grandes series de este año, su simbología, su violencia, incluso su decaimiento en los episodios 7 y 8 dónde parece que no pasa nada, que todo está resuelto a favor de los malos... Todo forma un conjunto que (de)muestra que en la realidad todo va despacio, con calma.
La vida (al menos en Bemidji -Minnesota-) es así. Y "Fargo" sabe reflejarlo.

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