La última película de Eli Roth, uno de los grandes
directores de cine de terror en los últimos años me ha dejado bastante
indiferente. Lo dejaré ahí porque tampoco es que sea una decepción total, pero
creo que se queda muy por debajo de las expectativas.
La historia es muy sencilla, un tipo con mucha pasta se queda
solo durante un fin de semana, su estupenda mujer y sus dos hijos se marchan
para dejarle acabar un proyecto. Llueve, hace frío y knock knock, son dos
jovencitas que se han perdido y han acabado en su puerta. Y como están muy
buenas y son muy golfas acaban montando un trío espectacular. Pero están muy
locas y a nuestro protagonista se le va a caer el pelo.
Vale, se trata de mostrar un montón de truculencias y maneras de acabar con tu vida tal y como la conoces, ¿qué pueden dos piradas hacer con un tipo normal y corriente?
La película está perfectamente dividida en dos partes. La llegada
de ellas hasta que se lo montan y la hora de la venganza.
La primera parte es incómoda, porque te ves en la piel del tipo y
no sabes muy bien como reaccionarías en su lugar… o si que lo sabes y no
quieres admitirlo, a mi me ha gustado porque te invita a querer saber más, a observar que es lo que va a pasar con esta gente.
La segunda es una payasada incongruente, llena de violencia,
momentos bochornosos y una interpretación digna de una piedra en el caso de
Keanu Reeves. Las nenas, sin embargo me gustaron, aunque hacer el loco a lo
bestia debe ser casi divertido pero al menos se hacen algo creíbles.
Las situaciones son de traca... repetitivas, poco transgesoras y nada originales, al aficionado al cine de terror le sonará a muchas veces visto.
El final está tan lleno de moralina contra el adulterio, la
pederastia y las redes sociales que huele a rancio.
Entretenida de acuerdo, prescindible también.
Me gustó mucho
más “Atracción Fatal”
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