“Veep” es Selina Meyer (la actriz Julia Louis-Dreyfus).
Es la vicepresidenta de los Estados Unidos.
Y protagoniza una comedia estupenda de HBO. Nos narra el día a día en la agenda de la vicepresidenta, acompañada de su asistente personal y sus tres
asesores. Además está su secretaria y un tocapelotas que hace de enlace entre
ella y la Casa Blanca.
Todo muy bien interpretado, con buenos chistes, buen guión y
presupuesto suficiente como para permitirse no estar siempre dentro del mismo
decorado y por tanto hacer escenas en exteriores y localizaciones que si no son en la propia Casa Blanca se le parece bastante.
Todo correcto, todo bien.
Pero lo que quiero comentar en este post es la envidia que
me da la televisión y las series USA.
Que nos ganen en presupuesto (más siendo HBO en este caso) y por tanto en calidad es lógico. Pero dónde nos dan realmente caña
y nos dejan KO es en la capacidad asombrosa para reírse de sí mismos y ser
capaces de criticar abiertamente a sus líderes políticos e incluso a su propio
público.
¡Y no pasa nada!
Como he dicho se trata del día a día de la vicepresidenta. Y
la muestran como una trepa, algo boba, muy humana, y una marioneta de los
tejemanejes políticos que más convienen a su partido de cara a la opinión
pública.
Sus asesores son aún más estúpidos que ella, y los
políticos que la rodean y por supuesto el electorado. Dan caña a todo el mundo.
Hay un episodio dónde el Presidente la obliga a ir a una
convención de criadores porcinos porque a él no le apetece relacionarse con los paletos. Se
hacen chistes sobre tener que relacionarse con gente que se va a comer un animal al
que seguramente se habrán follado antes. Luego la vemos sonriente saludando a
todos los que previamente ha insultado, hace declaraciones televisivas sobre el conflicto israelí delante de un cerdo
asado y tienen que moverlo todo para no herir la sensibilidad de los judíos a
los que previamente también ponen finos. Y encima su hija está enamorada de un
iraquí con los lógicos problemas de seguridad que eso le acarrea.
Se mofan de los asiáticos, las minorías, las mujeres… los políticos en general son retratados como
ególatras, mala gente, obscenos, maleducados o “violadores”.
No se cortan en retratar como la política se hace en función
de las encuestas y del estado de ánimo
del electorado, es preferible un imbécil con buena imagen y simpatía a un genio
aburrido. Si para ganar elecciones hay que hundirse en la mierda… se hace y
punto.
¿Y qué? Es una comedia televisiva, es humor, ¿alguien se
siente reflejado o le parece mal? Pues que apague la tele o cambie de cadena.
No perdonamos ni una.
Nos parece escandaloso que alguien en alguna serie se atreva
a dejar ver de qué color político es.
¿Podría Resines/Serrano haber dicho que votaba al PSOE?, ¿Os
imagináis algún protagonista de alguna serie insultando a otro sencillamente
porque es catalán o gallego?.
Lo hizo Mauricio Colmenero (una de las poquísimas
excepciones light del panorama español) en “Aida” y casi cancelan la serie, y
tuvieron que pedir disculpas a Cataluña.
No hay ninguna serie española que critique a los políticos.
¿No tendría audiencia? Yo creo que si.
Entonces ¿porqué no se hace?
"Boss", "El ala oeste de la Casa Blanca", "House of cards", "Veep"... Nos queda mucho que aprender
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