APRENDIENDO A CRITICAR
CINÉFILAMENTE
Sería fácil caer en la obviedad y manifestar que
"Tiburón Fantasma" es un subproducto.
Pero no.
¡No hija, noooo!
Como ya se puede apreciar en su aclamado trailer, estamos ante un auténtico remake en ideas y conceptos de la
obra maestra de Spielberg.
Ya desde los compases iniciales, con el perfecto tratamiento del color y la composición de planos se destaca la personalidad e idiosincracia de una película que acepta sin complejos el reto de ser algo más que una burda copia del
original.
Esta mezcla entre "Poltergeist" y
"Tiburón" está llena de momentos profundos plenos de misterio y de un
pulso narrativo que situa a este director como una "person of
interest" cuya obra habrá que continuar estudiando en un futuro cercano.
La crítica política está presente y late con fuerza en todos
los momentos en que, como en el original spielbergiano, el alcalde antepone los
intereses propios o comunales a la
seguridad ciudadana de una comunidad llena de gente normal en apariencia pero
con inconfesables secretos demoníacos.
Los homenajes a grandes clásicos como toda la saga de
"Tiburón", "Alien", "El exorcista", "Pesadilla en Elm Street" e incluso "El final de la escalera"
fluyen en la narrativa con total coherencia.
Que el tiburón aparezca de la nada saliendo de un grifo, de
una charco, de un autolavado o de un simple vaso de agua no se debe tomar como
un desvarío de estos originales guionistas, muy al contrario. La elección del
agua como elemento de transmisión telúrica y metafísica nos abre un nuevo
camino en la iconografía del cine de género.
Incluso es digna de reseña la impecable labor de interpretación y
dirección de actores. Un ejemplo claro es el hecho de que con la muerte de padres
o hijos no se muestre ni el más mínimo sentimiento, lágrima etc.. El
minimalismo sentimental es un apunte referencial que se impone en una obra que podría dar alguna sorpresa en
próximas ceremonias de premios.
Frases como "Cómete esta, cabrón" o "Hijo de puta ¡que asco!" podrían llegar a formar parte, desde ya mismo, del acervo popular.
Frases como "Cómete esta, cabrón" o "Hijo de puta ¡que asco!" podrían llegar a formar parte, desde ya mismo, del acervo popular.
Posiblemente su estreno en fechas cercanas a las entregas de
todos los grandes premios sea un síntoma de la habilidad de los productores
al situarla en la línea de salida para la carrera de los grandes galardones
cinematográficos de este año.
Por reseñar un ligero defecto, que por supuesto no desmerece el conjunto, hay que reconocer que algunos efectos especiales son netamente mejorables.
Por reseñar un ligero defecto, que por supuesto no desmerece el conjunto, hay que reconocer que algunos efectos especiales son netamente mejorables.
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