Entiendo a Will Smith.
Tienes un hijo y le quieres. Eres rico y sabes que no le va
a faltar de nada. Pero aún así, quieres que haga algo de su vida, así es que le metes en
el negocio familiar.
En este caso, el negocio es hacer películas.
Como el niño ya es adolescente le das un papel dónde siempre
pone cara de cabreo. Eso es bueno, así oculta que no tiene ni idea de actuar.
Y para que no tenga que competir con nadie que
indudablemente será mejor actor que el nene le
buscamos una peli futurista llena de efectos especiales dónde hace de chico
perdido y solo en un planeta salvaje.
Para que la gente vaya a verla Will Smith se pone de cabeza
de cartel aunque apenas haga nada en la peli y además nos gastamos una
millonada para promocionarla por todo el mundo. En España se encarga el colega
Pablo (Motos).
Perfecto. ¡A vender entradas!.
Pero no.
Esto es un truñaco de categoría filipina con
dos escenas de acción resultonas, muchas caritas de sufrimiento y un
montón de aburrimiento con flashback que buscan una especie de explicación psicológica al afán de superación del hijo de Will.
Si algo deseas con fuerza mientras el nene corretea por el
planeta Tierra del futuro es que le salga un bicho, cualquier bicho... y se lo
coma de una fucking vez.
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