Aunque hay que reconocer que los trailers y muchas de las
críticas publicitarias que se hacen antes de los estrenos nos ponían los
dientes largos con lo que vaticinaban como la gran peli de terror del año, el
visionado de la película te lleva a la cruda realidad.
“El bosque de los suicidios” es una atrayente historia resuelta
a base de varios sustos (alguno de ellos potentes, hay que reconocerlo) pero
poco más.
Parece ser que en Japón existe un bosque en la falda del Monte Fuji (el bosque Aokigahara) que es el lugar elegido por muchas personas que intentan suicidarse para acabar con su vida.
Hasta allí se desplaza Sara (Natalie Dormer) para buscar a su hermana gemela.
Y como no quiero spoilear os diré que se acaba perdiendo en el bosque y empiezan a pasarle cosas... más que nada sustos de manual terrorífico con fantasmas japos.
La sensación al acabar es decepcionanante, es como si no hubiesen sido capaces de desarrollar un buen guión de bosque endemoniado y entonces hubiesen tirado por el lado de los psicópatas y las visiones fantasmagóricas para acabar llegando a un final previsible, trillado y aburrido.
En resumen. Una más.
Parece ser que en Japón existe un bosque en la falda del Monte Fuji (el bosque Aokigahara) que es el lugar elegido por muchas personas que intentan suicidarse para acabar con su vida.
Hasta allí se desplaza Sara (Natalie Dormer) para buscar a su hermana gemela.
Y como no quiero spoilear os diré que se acaba perdiendo en el bosque y empiezan a pasarle cosas... más que nada sustos de manual terrorífico con fantasmas japos.
La sensación al acabar es decepcionanante, es como si no hubiesen sido capaces de desarrollar un buen guión de bosque endemoniado y entonces hubiesen tirado por el lado de los psicópatas y las visiones fantasmagóricas para acabar llegando a un final previsible, trillado y aburrido.
En resumen. Una más.
Casi me asustó más el espacio que Iker Jiménez y su mujer dedicaron
a este bosque dentro del programa radiofónico “Dos en la noche”.
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