Ballers ha sido todo un descubrimiento. Una serie divertida,
intrascendente, sexy y posiblemente, olvidable.
Por lo menos hasta que llegue
la 2ª Temporada.
Dwayne “The Rock” Johnson interpreta a un ex jugador de la
NFL, con el cuerpo dolorido por las lesiones pero con la suficiente cabeza como para intentar
convertirse en asesor financiero de otras futuras estrellas del deporte.
Así es que aprovechando sus conocimientos (ya vividos y
superados) sobre el estilo de vida de estos jóvenes deportistas millonarios y
con la ayuda de dos socios intentará reclutar a algunas de las grandes
estrellas del deporte rey en USA.
Pero no es fácil tratar con gente rodeada de malas
influencias, que gastan miles y miles en furcias, fiestas, coches y familias
que les exprimen hasta la última gota.
Así es que Spencer Strasmore (The Rock) y sus socios van a
vivir al borde del colapso continuamente, pero el desfile de tías buenas,
cochazos, yates, lujo, droga, megafiestas y cheques estratosféricos hará que
todo esto valga la pena.
Las actuaciones son bastante creíbles por parte de todos los
actores, sobre todo en los momentos
dramáticos y de tensión (porque me da que no tuvieron que hacer grandes esfuerzos en las muchas escenas de sexo que
vamos viendo a lo largo de toda la serie). Personalmente me he quedado con
ganas de ver escenas de partidos, las típicas escenas épicas dónde hay que
darlo todo para ganar… pero se suponía que estamos en la pretemporada dónde lo
más importante es ver qué equipo te ficha y sobre todo, por cuanto te fichan.
Dinero, dinero.
Es una de las cosas que llama la atención. Somos amigos, somos amantes, somos novios... lo que tu quieras, pero Business is business, nothing personal.
Cada capítulo tiene una duración de media hora, lo cual
ayuda a la hora de disfrutarlos en cualquier momento libre, aunque su ritmo, la
cabezonería de estos niños mimados por la fama y sus fiestas descontroladas la
convierten en una serie que no puedes dejar pendiente. En cuanto tienes un
nuevo episodio y un poco de tiempo… lo ves.
Y si, se parece mucho a Entourage, pero que mucho, mucho. ¿Y
qué? Entourage era divertida,
intrascendente, sexy y olvidable. ¡Me encantaba!
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