El final de la 2ª Temporada de “Hannibal” fue genial.
Sorprendente si tenemos en cuenta que el vencedor de la
lucha entre el bien y el mal fue Hannibal Lecter y este personaje representa la
maldad convertida en una pasión artística de discutible belleza.
Arte gastronómico y arte visual.
El caso es que Lecter se salía con la suya, triunfador
absoluto que acababa con todos sus amigos y enemigos (todos sangrientamente
muertos. Bloody dead?). Como dice la doctora interpretada por Gillian Anderson “si
crees que vas a atraparle es porque él ya te ha atrapado a ti”.
Final redondo.
Pero las altas audiencias y el afán de repetir éxito han
hecho que volvamos a verle en una tercera temporada.
En Italia, en Florencia, lo más en cuanto a ambientes
refinados, artísticos y gastronómicos.
Pero la serie pierde todo su gancho y se hunde en la
monotonía.
Y el problema en mi opinión está en los guiones, en la
sensación continua de que no saben por dónde ir, que inventar, hacia dónde
dirigirse.
De repente… casi
nadie ha muerto.
Por arte de magia
televisiva, y a pesar de que todos estaban desangrados, mutilados y machacados en aquel estupendo final de 2ª temporada,
resulta que ahora todos están vivos. Está claro que la Sanidad de Estados
Unidos es la mejor del mundo porque si consiguen salvarte sin apenas secuelas
de una carnicería de ese calibre, Olé por ellos.
Pero a nosotros como espectadores empieza a chirriarnos
mucho, y más cuando los monólogos y diálogos parecen clases de filosofía
sádica, cuando la música estridente se vuelve claramente molesta y el exceso de
primeros planos en rostros y bichos te sumergen en un letargo que suele acabar
en profundo sueño.
El problema es que no han sabido dar un paso adelante con
nuevos personajes y tramas, sino uno atrás sacando del armario incluso a los
que ya creíamos que estaban en estado de putrefacción como es el caso del
desaparecido Dr. Chilton.
Hannibal 3ª Temporada,
es el claro ejemplo de una serie que cae en picado, van cinco episodios.
Supongo que para cerrar el círculo con las películas y libros detendrán a Hannibal
Lecter y lo meterán en el manicomio dónde le visitará Clarice (Jodie Foster)…
pero tal y como se van desarrollando los acontecimientos, eso es algo que ya
empieza a no importar a nadie.
Mejor así. Más vale retirarse a tiempo que convertir una
historia mítica en una payasada incongruente.
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