He visto "The Monuments men" y me he aburrido.
No me lo esperaba. La dirige George Clooney y además de él
aparecen varios actores que raramente salen en películas fallidas.
Nos cuenta la aventura de unos hombres elegidos para salvar
algunas de las grandes obras de arte robadas a los judíos por los nazis, de
hecho salvaron más de 5 millones de objetos artísticos y algunos murieron.
Sobre el papel, parece un peliculón, una gran historia para
ser contada
Lo que en manos de Clint Eastwood (con algunos años menos)
se hubiese convertido en una aventura épica, plagada de acción, momentos
hilarantes y algún que otro escarceo con prostitutas parisinas delgadas y
sensuales... o con prostitutas alemanas rubias y tetonas (perdón teutonas); se
convierte en manos de George Clooney en una especie de "Hazañas
bélicas" para gafapastas, sin emoción ni acción, el simple relato de
varias anécdotas de guerra filmadas con gran gusto y calidad.
De hecho podría haber dividido la película en sketchs, al
igual que en los capítulos de un libro.
Si la habéis visto creo que
coincidiréis conmigo en que los títulos podrían ser:
- El escupitajo
- El desembarco de Normandía en versión relajada
- Morir por la Madonna (y por inútil)
- El niño francotirador
- La meada cortada.
- Un tesoro en la cabaña
- ¡¡¡¡Venga ya!!!!. Galadriel te lo da todo y tú dices que
no????
- Pisé una mina... que coña.
Y así sucesivamente.
Pero es que esto es "The Monuments Men", los
hombres (y mujeres) que salvaron el patrimonio cultural de Europa... y uno espera algo más
sólido, un plan, una búsqueda. Empatía con los protagonistas.
No hay nada de eso, es más, cuando los malvados alemanes están quemando obras de arte te
da igual. Me sentí mucho más conmovido en la escena de "Indiana Jones y la última cruzada", cuando ven la quema de un montón de libros en Berlín, que
aquí cuando se supone que están destrozando algunas de las obras más
importantes de la historia de la humanidad.
Y esto es un error de Clooney como director, ya que no
consigue hacernos sentir, ni emocionarnos, o por lo menos llenarnos de rabia contra los nazis.
Ni siquiera lo logra en el último momento con la despedida,
los homenajes o las fotos de los momentos históricos reales.
Posiblemente esté muy cerca de la verdaderos acontecimientos,
y seguramente George Clooney ha querido tratarlos con respeto, contando los
hechos con elegancia y sin falsas "americanadas", a pesar de esa
bandera en la mina cuando llegan los rusos que debe ser una imposición de los
productores para que el público norteamericano sienta un mínimo de... algo.
Pero si la intención era hacer algo muy apegado a la realidad,
hubiese sido mejor dejarse de trampas y hacer un documental.
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