Después de semanas de organización y bromas con zombies,
llegó el día grande.
Empieza realmente el Festival de cine de Terror de A Estrada
PANIC.
Lo primero es la Zombie Walk. Este año lo hemos dedicado a
la Santa Compaña, una leyenda propia del folk galego que tiene muchísimo que
ver en el origen del fenómeno zombie tal
y como hoy lo conocemos.
George A. Romero, director de la película "La noche de los muertos vivientes" (1968) ha declarado en alguna entrevista que el
origen de su idea sobre unos muertos que se levantan de sus tumbas y atacan a
los vivos está posiblemente en las leyendas que le contaban sus abuelos cuando era niño.
Teniendo en cuenta que estos eran originarios de la zona de
Ferrol en Galicia, parece claro que esas leyendas eran las de la Santa
Compaña.
La Santa Compaña, según la tradición oral de los que aseguran haberla visto,
es una procesión de ánimas, espectros
que salen generalmente de noche y buscan por los caminos a alguien para darle
una cruz y encaminarle a la muerte. El afectado tiene que intentar pasar esta
cruz a otro "pecador".
En A Estrada, los organizadores de este festival decidimos
que transformar la Zombie Walk en una procesión de la Santa Compaña tendría un
sentido más arraigado en nuestro acervo cultural, más propio de Galicia.
Y creo sinceramente que ha sido muy acertado.
Pero no se trataba únicamente de disfrazarnos y salir a la calle. Había
que movilizar a la gente. La Santa Compaña la forman espectros ataviados con un
hábito claro, portadores de velas y dirigidos por un espectro mayor que en
algunas zonas es denominado como "Estadea".
Para dirigir a los espectros contamos con varios actores de las escuelas de teatro que se encargaron de marcar el ritmo y recitar una serie de letanías que el público debía responder.
Para dirigir a los espectros contamos con varios actores de las escuelas de teatro que se encargaron de marcar el ritmo y recitar una serie de letanías que el público debía responder.
El hábito te lo podías fabricar por tu cuenta o encargarlo en
una serie de establecimientos de A Estrada.
Para darle una mayor entidad al acto decidimos que también
habría unos músicos marcando el paso de la procesión y que estaría muy bien apagar
el alumbrado público de las calles por dónde se moviese la comitiva.
Visualmente ha sido impactante aunque la ausencia de luz ha ido en contra de
poder captar imágenes de gran calidad.
De todas maneras lo verdaderamente importante estaba una vez
más en la plaza del Concello. Allí el gran "Estadea", el actor Manuel Manquiña, iba a recibir a toda la comitiva y preparar un espectáculo audiovisual dónde su impactante interpretación dejaría enmudecido a todo un pueblo.
Los músicos, la cruz y las Estadeas que dirigieron la
procesión por las calles cantando letanías llenas de humor e ironía se unieron
al gran maestro de ceremonias sobre el escenario.
A continuación Manquiña se apropió de la escena, empezó el
conjuro, animó a participar a un público que esperaba expectante lo que podría ocurrir ante el ataúd y el círculo de fuego que presidian la escena.
Bajo su dirección, todos se unieron al espectáculo al son del lema principal "Temede a Santa Compaña".
Bajo su dirección, todos se unieron al espectáculo al son del lema principal "Temede a Santa Compaña".
De repente, el gran maestro envió a sus espectros a por un
alma pecadora y el escenario entero estalló en un juego de luces y pirotecnia
que dejó mudos a todos. Capturaron una víctima, una
infeliz pecadora que fue metida en un ataúd rosa (por aquello de suavizar el
impacto tétrico) y que a paso lento fue sacada de la plaza y llevada al lugar
de dónde no se vuelve...
A partir de ese momento, y a pesar del recogimiento general
de los espectadores aún asombrados, empezó la segunda parte del espectáculo.
Coreografías musicales a cargo de los alumnos del Ximnasio Absolute que
interpretó "Santa Compaña" del recientemente desaparecido Germán
Coppini.
Coreografía del mítico "Thriller" de Michael
Jackson por parte de los alumnos de la Escuela de baile Sondodance.
Chocolatada calentita para todos los asistentes
Y por último "A raiña do Berro"
(continuará...)
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