24.- Megashark vs. Crocosaurus

En primer lugar quiero dar las gracias a los podcasters de Kafelog que me pusieron en la pista de este peliculón.

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Megashark vs. Crocosaurus, es la segunda parte de aquella maravillosa película que nos dejó impactados por la escena del tiburón saltarín que se comía un avión "Megashark vs. Giant Octopus".
El sábado por la noche no tenía grandes planes, así es que perdí mi tiempo y me puse a ver este megabodrio y ahora os voy a hacer un estudio pormenorizado de sus "cualidades".

La primera precaución que hay que tomar antes de ver esta peli es emborracharse o ponerse con otras sustancias, sólo así se puede apreciar en toda su grandeza el mensaje implícito en sus imágenes.
A continuación veremos a Jaleel White, el mítico Steve Urkel, ahora está cachas pero si te lo imaginas tocando el ukelele te encantará. Por cierto ¿a qué escuela de interpretación fue este tio?. El y todos los demás dan un auténtico repertorio de como no interpretar... no puede ser que sean tan malos.
En todos los interiores (que por cierto están superoscuros, no debían tener presupuesto para iluminación) ponen unas lucecitas led de colorines para dar un efecto de tecnología punta pero parece que están en Navidad.
Los tamaños de los bichos cambian continuamente, unas veces son como montañas y otras son 10 veces más pequeños. Hay una escena en que el cocodrilosaurio sale de una cueva y luego el protagonista se esconde allí y el bicho no es capaz de entrar porque es muy grande. Buscar fallos en esta película es inútil, todo es un fallo continuo.
El tiburón sigue pegando saltos, ahora se como un... tienes que verlo. Y además ruge como un tiranosaurio, incluso debajo del agua.
Todo esta parafernalia está montada por una productora de subproductos de salida directa a DVD llamada The Asylum que cuentan en su haber con títulos multipremiados como "I am Omega", "Transmorphers", "Alien vs Hunter", o la saga del Megashark.

Pero lo peor de la película no es que los efectos especiales sean de traca, que las maquetas del tiburón y el cocodrilo las comprasen en el mercadillo, las interpretaciones o la repetición continua de las mismas escenas... lo peor es que es peor que la primera.