Tengo dos amigos que optan a entrar en el casting de "Todo el mundo es bueno".
El programa se estrenó el pasado lunes por la noche y es una especie de "Tú si que vales", en el que el público tiene el poder de echarte o mantenerte.
El artista sólo tiene la opción de mostrar lo suyo, y me da que en más de una ocasión por muy bueno que sea, acabará arrojado a los leones por la simple diversión de verle caer.
El programa está presentado por Corbacho y Pilar Rubio. Genio y figura. Así es que me puse a verlo con todo mi ánimo y la ilusión de pensar que dentro de poco podré ver allí a mis amigos.
Pero mi sonrisa se fue transformando en mueca amarga cuando empecé a darme cuenta que aquí no quieren artistas, sino alguien para pasar un rato, casi un usar y tirar sin mucho tino.
Les admiro demasiado, y a lo mejor no me va a apetecer verles pasar por ese trance.
Pero lo mismo triunfan y es su gran salto a un futuro lleno de luces...
La televisión mola, salir en ella, simplemente salir te puede abrir mil puertas profesionales e indudablemente hará aumentar el caché.
¡Mucha suerte!, os lo deseo de corazón y lo sabéis.
Pero ¡cuidado!, a veces el perfecto envoltorio de una aparición televisiva trae dentro una perfecta mierda.
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