Casi todas sus películas son "difíciles" de aguantar enteras. Tienen algún punto cómico buenísimo y a continuación mucha paja sin sentido.
Pero lo que hay que reconocerle es su capacidad para montar las mejores campañas de publicidad del mundo. Entendiendo como publicidad el que hablen de tu película aunque sea mal, y sino que le pregunten a Agatha Ruíz de la Prada, los de seguridad en la alfombra roja de los oscars, Sarkozy (al que llamó enano) o el dictador norcoreano Kim Jong-il del que lamentó su muerte.
Esta vez se ha ido al festival de Cannes y se ha montado una fiesta nada privada con la ex de George Clooney. En la movida acaba "matando" a la pobre Elisabetta Canalis y arrojandola al mar.
Todas las fotos del reportaje en este enlace.
Y aquí una pequeña muestra.
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