sábado, 19 de septiembre de 2015

619.- Stalker

Otro procedimental cancelado tras la primera temporada.
Stalker.

En español, acosador.
Se supone que hay (supongo que será verdad) una unidad de la policía encargada de los acosadores, no se trata de asesinos, aunque como veremos a lo largo de los 20 episodios de la serie van a matar a varias víctimas.
Por lo visto en USA el problema con los acosadores es tremendo y hay miles de casos de personas de ambos sexos que se obsesionan hasta lo enfermizo. Quieren estar con sus amados objetos de deseo (normalmente presentadores de TV, actores, cantantes...)  y para ello se meten en sus casas, intentan violarles, les hacen regalos de dudoso gusto y en resumen… les hacen la vida imposible.
Pero también hay muchos personas anónimas que reciben estas visitas por culpa de sus Ex, por haber despedido a algún empleado, o porque si.
Lo novedoso en la serie es que los propios polis protagonistas, son también acosados por unos pedazo de psicópatas que acojonarían a cualquiera y además puede que alguno de los polis sea también un Stalker con sus propias motivaciones.
¿Qué puedo decir?, es entretenida sin más y a nivel formal tiene unos defectos tremendos y algunas virtudes muy buenas.


El productor y creador es Kevin Williamson, que es muy conocido por ser el guionista de la saga “Scream” y “Sé lo que hicisteis el último verano”, además de algunos éxitos del cine de terror. Y esto se nota. Porque uno de los aciertos de la serie es la sensación, muy bien filmada, de desasosiego cuando ves a la víctima en su casa y sabes que va a ser atacada con el consiguiente susto. Te mantiene en tensión y generalmente consigue darte un pequeño sobresalto. Al estar ante una serie policiaca no llegan al terror pero repito que se le acercan lo suficiente para que puedes comprender el miedo de los acosados.
Sin embargo esta buena labor se cae debido a otra extraña sensación que te va asaltando a lo largo de los episodios. La sensación de que nadie ha revisado el guión o la evolución de las situaciones y personajes. Por poner un ejemplo, un personaje (Dylan McDermott) que parece destinado a ser el protagonista se va poco a poco diluyendo hasta dejar de interesar, por no hablar de su absoluta indefinición sentimental que le lleva de un lado a otro como un pelele. Y algo parecido pasa con otros personajes.


Por no hablar de las típicas situaciones dónde van a matar a alguien y empiezan a hablar y hablar hasta que llega la policía… o no mueres aunque te metan cuatro tiros. Y sobre todo las cabreantes y absolutamente desquiciantes escenas que se repiten episodio tras episodio dónde dejan que el acosador se escape aunque lo tengan en el suelo, machacado y sin sentido.

No me extraña que la hayan cancelado.
 Aunque con un poco más de cuidado podría mejorar. 

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