viernes, 29 de mayo de 2015

603.- From Dusk till Dawn


Seducido por la lectura de un artículo en una revista especializada en cine y series que decía lo siguiente “Fascinante, demencial, brutalmente violenta, puramente Rodríguez, 100% adictiva la serie originada a raíz de la majestuosa gamberrada perpetrada en 1996 por el tándem Rodríguez-Tarantino, Abierto hasta el amanecer, es la más provocadora y sugerente ficción vampírica de los últimos tiempos”, me puse a ver From Dusk till Dawn: La serie.

Error.

Y no, no me he comido la T de terror, es que la serie a pesar de alguna buena escena gore, y algún que otro desvarío lisérgico como la parte final del laberinto, no tiene casi nada de lo prometido.
Hay episodios dirigidos por Robert Rodríguez (director de la película) y por Fede Álvarez, dos de los grandes directores de acción y terror actuales, pero aquí se nota que sólo han venido a hacer un encargo y cobrar el cheque.
En los 10 capítulos de la serie vamos a ver una versión extendida de lo que fue la película, va a pasar exactamente lo mismo, exceptuando un final un tanto extraño y absurdo que deja pocas puertas abiertas a una segunda temporada.

Los vampiros aquí son más bien una raza surgida de las serpientes e incluso de los jaguares… ¿qué más da?, son gente que se transforma, tienen colmillos y te quieren chupar la sangre. Y para matarlos hay que clavarles una estaca o cortarles la cabeza.
Y se supone que hay unos dioses vampíricos muy superiores y no se que chorradas más que finalmente no van a ninguna parte. Del guión no puedo decir nada porque como ya dije es la peli alargada hasta el amanecer.

No hay mucho que comentar.
Aún así, creo que también debo hablar de series que no me han gustado.
Y la prueba definitiva de ello está en la escena más recordada y mítica de “Abierto hasta el amanecer”.
El baile de Satánico Pandemonium. Salma Hayek vs. Eiza González




En cuanto a chicas, cada uno tiene su gusto, no entraré en si te parece más sexy Salma o Eiza, pero en cuanto a la filmación de la escena...
...
No hay color. ¿Qué le ha pasado a Robert Rodríguez? Si los títulos de crédito no mienten ha dirigido tanto la película como este episodio de la serie.
La situación es exactamente la misma, la diosa del erotismo hace un baile, le mete un pie en la boca al psicópata, nos enamora con sus sensuales movimientos y finalmente se transforma en vampira monstruosa.
En la película, la música sensual es una parte fundamental, en la serie sólo escuchas un ruido penoso y sin ritmo. Los movimientos de Salma despiertan la imaginación, los de Eiza parecen una coreografía de robots. El montaje en la peli te traslada a ese bar, en la serie el montaje es vergonzosos y anticlimático.
No os puedo poner la escena de la serie, (está en el principio del capítulo 7), pero si podeis recordar el baile de Salma.

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